La upadesa de Sri Bhagavan, es decir, la guía o la instrucción dada por Él fue secreta en un sentido. A pesar de que era asequible para todos por igual, aunque las preguntas fueran normalmente formuladas y contestadas en público, la guía dada a cada discípulo fue sin embargo directa y adaptada a su personalidad. Cuando se le preguntó una vez al Swami Yogananda, un Swami con muchos seguidores en Estados Unidos, sobre la instrucción espiritual que se debe dar a la gente para su elevación, respondió: “Depende del temperamento y la madurez espiritual del individuo. No es posible una instrucción en masa.”

Bhagavan sitting like Dakshinamurti

Sri Bhagavan era intensamente activo y sin embargo tan poco visible era su actividad que visitantes ocasionales y aquellos que no llegaban a percibirlo, creyeron que él no dio upadesa alguna, o que se mostraba indiferente a las necesidades de los buscadores. Hubo muchos de este tipo, como el brahmin que trató de disuadir a Natesa Mudaliar de que le visitara.

La extrema importancia de esta cuestión radica en el hecho de que la Realización es posible solamente a través de la Gracia de un Gurú. Sri Bhagavan fue tan rotundo acerca de esto como lo fueron otros Maestros. Sin embargo, no era suficiente para el sadhaka (aspirante) saber que su enseñanza era sublime y su presencia inspiradora; era necesario saber que él era un Gurú capaz de dar diksha (iniciación) y upadesa (instrucción).

La sumisión a este Gurú no consiste en el sometimiento a cualquiera que esté fuera de uno mismo, sino al Sí mismo manifestado externamente con el fin de ayudar a uno a descubrir el Sí mismo interior. “El Maestro esta dentro; la intención de la meditación es la de eliminar la idea equivocada de que él está solamente fuera. Si fuera un desconocido al que usted está esperando, el podría estar destinado a desaparecer también. ¿Cuál sería la utilidad de una existencia transitoria como esta? Pero siempre y cuando usted piense que usted está separado o que es el cuerpo, así también se verá necesario un Maestro externo y él aparecerá como si tuviera un cuerpo. Cuando cesa la identificación errónea de que uno es el cuerpo, uno se da cuenta de que el Maestro no es otro que el Sí mismo

Es evidente que alguien que es un Gurú, en esta suprema sensación de haber realizado su identidad con lo Absoluto, no lo diga, ya que no queda ahí ningún ego para afirmar dicha identidad. Tampoco dice que tiene discípulos, ya que, estando más allá de la otreidad, no puede haber ninguna relación para él.

 

Major Chadwick with Sri Bhagavan
Major Chadwick with Sri Bhagavan

Sin embargo, cuando un devoto estaba realmente angustiado y buscando una solución, él podía a veces tranquilizarle de una manera que no dejaba lugar a dudas. El Mayor Chadwick, un discípulo inglés, conservó un registro de una garantía que le dio en el año 1940:

Ch. Bhagavan dice que él no tiene discípulos.

Bh. Sí.

Ch. También dice que el Gurú es necesario si uno desea alcanzar la Liberación.

Bh. Sí.

Ch. Entonces, ¿qué debo hacer? El estar aquí sentado todos estos años, ¿ha sido una pérdida de tiempo? ¿Debo marcharme y buscar un Gurú para recibir la iniciación al ver que Bhagavan dice que él no es un Gurú?

Bh. ¿Quién cree que le ha traído aquí desde tan lejos y hacer que permanezca tanto tiempo? ¿Por qué duda? Si hubiera habido alguna necesidad de buscar un Gurú en otra parte, usted se hubiera ido hace mucho tiempo.

Ch. Entonces, ¡Bhagavan tiene discípulos!

Bh. Como ya he dicho, desde el punto de vista de Bhagavan no hay discípulos; pero desde el punto de vista de los devotos, la Gracia del Gurú es como un océano. Si uno viene con una taza, solo conseguirá el contenido de una taza. No sirve de nada quejarse de la avaricia del océano; cuanto más grande sea el recipiente, mayor será lo que podrá transportar. Depende completamente de él.

Ch. Entonces, si Bhagavan no quiere admitirlo, es solamente una cuestión de fe saber si Bhagavan es mi Gurú o no.

Bh. (Sentándose con la espalda recta, girando sobre el intérprete y hablando con gran énfasis). Pregúntele ¿Quiere usted que le dé un documento por escrito?

El profesor Venkatramiah registró en su diario lo que le dijo a la Sra. Piggott, una visitante inglesa, “La Realización, más que de las enseñanzas, lecturas, meditaciones, etc., es el resultado de la Gracia del Gurú. Ésta es la causa primordial y esencial, mientras que las otras son solo secundarias.”

Bh.Cuando se le preguntaba si él daba iniciación, Sri Bhagavan siempre evitaba dar una respuesta directa. Pero la iniciación a través de la mirada era una cosa muy real. Sri. Bhagavan podía girarse hacia el devoto y fijar sus ojos de un brillo intenso sobre él. La luminosidad, el poder de su mirada atravesándole a uno, derribando el proceso de pensamiento. A veces era como si una corriente eléctrica estuviera pasando a través de uno, a veces una paz inmensa, un torrente de luz. Un devoto lo describió de la siguiente manera: “De repente Bhagavan puso sus luminosos y transparentes ojos en mí. Antes no era capaz de mantener su mirada durante mucho tiempo. Ahora miro de nuevo esos terribles, maravillosos ojos, durante un tiempo que no sabría decirlo. Ellos me retienen en una especie de vibración claramente audible para mí.” Siempre era seguido por la sensación, la indudable convicción, de que uno había sido aceptado por Sri Bhagavan, que en adelante el se haría cargo, que él estaba guiando. Aquellos que le conocieron podían percibir cuando tenía lugar una iniciación de este tipo, pero por lo general pasaba desapercibida; ya que podía pasar durante el canto de los Vedas o que el devoto podía sentir un repentino impulso de ir hacia Sri Bhagavan antes del amanecer o en algún momento en el que pocos o ninguno estuvieran presentes. La iniciación a través del silencio era igualmente real. Entraba en aquellos que se dirigían a Bhagavan en sus corazones y que no tenían la posibilidad de acudir en persona a Tiruvannamalai. A veces fue dada en un sueño, como en el caso de Natesa Mudaliar.